EN BUSCA DEL PALOMO COJO

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Queridísimos y nunca bien ponderados momias, hoy de profespinning a columnista de diario. Nos juntamos SOLO 5 MOMIAS (la tuneladora, Máx-imoPradera, il Dottore, doblepedalada Guti y el que suscribe profespinning) en este sábado con una temperatura ideal para haberse quedado en casa durmiendo… digooo para la práctica de este nuestro deporte llamado subecuestasybajapuertos.

Salimos de nuestra Ñ con la intención de alcanzar los palomares de Nalda y encontrar al palomo cojo, así que nos dirigimos por el Globitour hacia tan afamado pueblo sin antes parar en la gasolinera de las Gaunas para arreglar un problemilla de este quien suscribe en la rueda trasera. Gracias a esta crónica quedo exento de tan preciada distinción como es el gallifante. Hacemos la primera parada en la fuente de Albelda donde un gentil cicloturista me confunde con Coloma. ¡Ya le gustaría a Coloma! Je je je. Un abrazo Colomita. Es por si lo lee.

Continuamos la ruta donde un tractorista no repara en que vamos de frente y el tío no hacía más que mirar las peras… de los perales, ¡marranos!. Gracias al timbre que nadie lleva, el tío se percata y nos cruzamos sin incidentes. Pensando que íbamos a subir por la cuesta de la Benemérita de Nalda, Max decide tirar por carretera y subir por el Galivieur. Esa cuestita empinada que te lleva a las Conservas Asunción, pero hete aquí. A media subida tomamos un camino que sale a la izquierda para pasar por las Ruinas del Convento de San Antonio, exconvento franciscano del siglo  XVII edificado en sillería y mampostería, que constaba de una nave de tres tramos, con cabecera rectangular. Estaba cubierto con bóveda de lunetos, excepto el crucero que remataba con una cúpula. En este lugar se aloja el Panteón de los condes de Aguilar. Continuando de frente en vez de tomar el camino dirección el pueblo, continuamos por los caminos hacia peña Aldera y de ahí hacia peña Soto para alcanzar la nevera del cerro de la Campana.

Entre viñas retomamos ruta hacia los palomares donde hacemos una visitilla. Las cuevas de "Los Palomares" son un conjunto rupestre de los denominados columbarios que podemos encontrar en La Rioja y el mayor de cuantos salpican el Valle del Iregua. Se excavó en un paredón del lado suroeste de un cerro, con vistas al propio río Iregua, sobre la Vía Romana Vareia-Numantia trazada 700 metros al oeste. No es fácil definir con seguridad el origen de este conjunto; aunque columbarium significa en latín palomar, se aplicó esta denominación a partir de la época romana a distintas edificaciones que albergaban aberturas regulares y similares a los de un palomar, aunque con una finalidad bien distinta: la de ser los nichos que, excavados en la pared de una cueva o de una tumba, contuvieran las cenizas de los muertos en sus correspondientes urnas. Según la hipótesis de Antonino González Blanco estas cuevas fueron utilizadas antaño como monasterios, los nichos de Los Palomares eran de carácter decorativo y servían de relicarios. Se trataría, por lo tanto, de un cenobio cuyo origen dataría de entre los siglos V y VII.

Objetivo cumplido. Nos dio recuerdos el palomo cojo para todos los ausentes. Bajamos hacia la carretera para volver por el camino de la acequia, llegar a la cuesta de las vacas y con buen ritmo a Lardero y a lavar las bicis.

No me queda más que desearos a todos unas felices vacaciones  a los que tengáis. Este momia marcha a tierras alicantinas pero el 16 de agosto ya estará de vuelta. Me llevo la biciiiiiiii,  ja ja  ja. Nos vemos a la vuelta. ABRAZOS A TOD@S.


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